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Publicado: Lunes, 29 Julio 2024 09:17
Durante la Cumbre del Tigre que tuvo lugar en Rusia en el año 2010, Año del Tigre según la cultura china, se decretó que cada 29 de julio se celebraría el Día Internacional del Tigre.
Esta iniciativa surgió del hasta entonces Primer Ministro de Rusia, hoy en día Presidente del país Vladimir Putin, quien congregó a los líderes de los 13 países que aún cuentan con población de tigres en estado de libertad.
Los países que firmaron el pacto de la cumbre fueron Bangladesh, Bután, China, India, Indonesia, Camboya, Laos, Malasia, Myanmar, Nepal, Tailandia,Vietnam y por supuesto, Rusia.
Gracias a esta iniciativa, ya para el año 2016 se reveló que los índices de la población mundial de tigres habían sufrido un incremento, pasando de 3.200 especímenes en 2010 a 3.890 en tan solo 6 años. Todo un logro para las organizaciones de conservación del hábitat y el medio ambiente.
¿Cuál son las principales amenazas que ponen en riesgo a los tigres?
En realidad, la mayor amenaza que tienen los tigres es la del hombre y sus prácticas, como las siguientes:
- Tráfico ilegal: Los tigres son muy valorados dentro de la medicina asiática, creyéndose que partes de su cuerpo pueden generar grandes cambios en la salud de una persona, sobre todo en lo que respecta a vigor y fortaleza. Pero su piel, también es muy cotizada en mercados de la moda y la decoración de interiores. Lo que se traduce en grandes ganancias para los cazadores furtivos.
- Perdidas de su hábitat: Cada tigre, necesita una amplia extensión de terreno donde poder vivir, desplazarse y cazar. Los centros urbanos han ido reduciendo las extensiones de tierra, por lo que se ha hecho común que varios machos coincidan en zonas de caza y se originen peleas que terminan con la muerte de alguno de ellos. También el cambio climático ha jugado su papel en esta crisis, en los últimos años 4 islas habitadas por este tipo de felinos han terminado sumergidas en el mar, debido al deshielo de los polos.
- Conflictos de pastoreo: Otra terrible realidad que ha generado la civilización, es la de obligar a los tigres a desplazarse hacia las ciudades para encontrar sustento. No es raro enterarse de la perdida de algunas cabezas de ganado por parte de un tigre o que una persona fue atacada por este felino cuando lo vio andar por su propiedad. Por lo general, en este tipo de eventos se opta por darle caza al animal en vez de controlar la situación y llevarlo a un refugio o área, adecuada para él.
- La minería ilegal: La explotación de terrenos que sirven de zona de caza para los tigres, también lo obligan a desplazarse o atacar al invasor. Los mineros ilegales, prefieren darle caza a los felinos, para disminuir el riesgo de ser descubiertos y perder su fuente de ingresos.
La buena noticia, es que a pesar de que existen tantos factores que ponen en riesgo la supervivencia de esta especie, los tigres son uno de los pocos animales que se reproducen en grandes cantidades cuando están en cautiverio, lo que garantiza que la especie no se extinga completamente a pesar de que 3 de las 9 subespecies de tigres documentadas ya no existen.
Fuente: DiaInternacionalde.com
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Publicado: Miércoles, 24 Julio 2024 20:54
Los ejemplares más codiciados de pez limón, la especie que obsesiona a pescadores, fascina a chefs y que por sus cualidades culinarias cautiva a comensales en el mundo, surgen -vale la paradoja- del corazón de una reserva forestal de Mar del Plata. Lejos del mar.
"Acuicultura regenerativa", explican los hermanos Facundo y Matías Bernatene, voces, respectivamente, del sustento científico y de los valores filosóficos de "Villa Eywa", proyecto que desarrollan hace unos cuatro años en instalaciones que acondicionaron como laboratorio y albergue de estanques en los fondos de la casa de uno de ellos, en el Alfar, el arbolado barrio que nace al sur del faro de Punta Mogotes, y que hoy está listo para ir a otra escala.
Para eso, en ese periplo, sumaron al proyecto inversores a los que les fueron dando a conocer el trabajo que vienen haciendo, entre ellos productores agroecológicos, conocidos chefs, ingenieros e interesados en los propósitos del triple impacto, concepto que tiene como objeto fundamental generar un impacto social, ambiental y económico a través de la actividad principal de una empresa.
Se trata de un criadero de peces, pero muy lejos -y no solo por la distancia- está la forma en que son criados aquí de los sistemas nocivos que se aplican en las granjas de salmones -en Chile, por ejemplo-, que implican el hacinamiento de los ejemplares en centros de engorde que no son otra cosa que balsas con jaulas hundidas en el mar.
Jaulas donde las condiciones son las propicias para el desarrollo de patógenos y para que haya contaminación por los antibióticos que le administran a los peces. Además, las granjas contribuyen a la sobrepesca: se necesita más de un kilo de otros peces para producir un kilo de salmón. Desde todo punto de vista, el impacto en el mar y en las especies que lo habitan es negativo. Un tema que se reactivó con la nueva propuesta de permitir las salmoneras en Tierra del Fuego.
Todo lo contrario se da en Mar del Plata. Los hermanos Bernatene embarcaron hace unos años en busca de los primeros reproductores salvajes al banco Levante (el limón se alimenta en los fondos rocosos), no muy lejos de la costa en Mar del Plata, y capturaron ocho ejemplares. Comenzaban a llevar a la práctica el diseño del emprendimiento que tenía en mente Facundo, el mayor de los hermanos.
Apasionado acuicultor, había aprendido y logrado resultados "inéditos" en un proyecto de desarrollo de tecnologías de pez limón en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP); entendió que de la especie se sabe muy poco y continuó investigando.
Aun hoy, cuando el limón (Seriola lalandi, su nombre científico) se convirtió en el pez de cultivo más valorado del mundo por sus cualidades para la gastronomía y para ser criado en Sistemas de Recirculación Acuícola (RAS) -el desarrollado en Villa Eywa-, los manuales están en proceso de escritura. Aunque ya se puede decir que los emprendedores marplatenses son responsables de algunos capítulos.
Frente a uno de los estanques nadan algunos ejemplares, en una docena de recipientes cilíndricos con agua salada, que burbujean constantemente por el filtrado y tienen distintos tonos de verde, se alcanzan a ver a trasluz microalgas, el alimento del cultivo de plancton marino, a su vez alimento para las larvas de peces en sus primeros estadios de vida, el que comen en el mar.
Para que el método de cultivo RAS sea efectivo, todas las variables deben ser verificadas permanentemente, el agua salada recircular y ser renovada en un porcentaje diario. El resultado es lo que los Bernatene prefieren llamar "acuicultura regenerativa: cultivo de organismos acuáticos que regeneran, enmiendan, reforman, reconstituyen, renuevan, corrigen, rehabilitan o reparan y que tienen la eficiencia, virtud o eficacia para regenerar o regenerarse", definen en las redes Eywa. "No interfiere con el medio natural", recalcan.
"Nada se pierde y todo se transforma", explican a Clarín. "En la recirculación del agua los desechos de los peces son transformados en nutrientes por las bacterias y son absorbidos junto con el dióxido de carbono por los vegetales, liberan oxígeno y purifican el agua, y se obtienen productos súper nutritivos simulando cómo funciona la naturaleza".
Luego, los peces son alimentados con recortes de la industria pesquera local: "Se transforman lo que son desperdicios en un pescado premium", cuenta Facundo.
Matías, ex campeón argentino de pesas, que dirigió un centro deportivo de alto rendimiento, una fundación que apadrinaba a chicos de la calle para convertirlos en atletas y a la selección argentina de levantamiento paralímpico de pesas, cuenta que Eywa nació a partir de la respuesta a una pregunta que se hicieron con su hermano: "¿Qué hacer para sanar al océano?".
"Solo hay que dejar de molestarlo", cuentan que concluyeron. Hubo apoyo familiar: Facundo renunció a su empleo, Matías (que llegaba de un largo periplo en moto por el país), vendió su casa y emprendieron el camino que los llevó hasta estos días, cuando la empresa está en condiciones de alcanzar otras proporciones.
Pronto darán a conocer el sitio elegido para Eywa, el que, prometen, tendrá "un gran impacto turístico, social y cultural. Queremos demostrar cómo se pueden producir alimentos en comunión con la naturaleza", sostienen.
Por qué el pez limón obsesiona a los chefs
El limón es un pescado azul, que a diferencia de los blancos no es magro. Su carne es grasa, firme, delicada, con una textura mantecosa y alto contenido de omega-3. Es estacional, entre diciembre y marzo nada en los bancos rocosos de las aguas marplatenses, y a los chefs los vuelve locos. Es muy apreciado para las elaboraciones en crudo, o marinado.
Su nombre viene de la línea amarillenta que recorre su cuerpo desde la boca a la cola, su sello distintivo, y como pez azul, tiene la cola en V, abierta, en forma de flecha. Los muchachos de Eywa la eligieron para el diseño del logo de la empresa.
Obsesiona a los cocineros, y también se volvió adicción para los pescadores. Se pesca desde una embarcación, y más allá de la técnica utillizada, siempre será caña en mano. Es un pez fuerte, resistente, que ofrece pelea y se hace difícil de capturar. Hoy es el pescado más caro del Mar Argentino.
Cultivándolo, los hermanos Bernatene enmendarán la escasez de limones para la gastronomía, y prometen un valor agregado que ya pusieron en práctica: la muerte del pescado mediante "ikejime", una técnica japonesa de sacrificio rápido que se aplica tan pronto como el pez sale del agua. Consiste en insertarle una púa o aguja a lo largo de la médula espinal, luego desangrarlo.
"Al contrario de otros métodos, mejora considerablemente el color, el sabor y la textura de la carne", explican. La técnica evita que el pez muera por asfixia, por lo tanto no se forma ácido láctico en la carne, que acelera la degradación del pescado y que en boca proporciona un sabor metálico cuando es consumido crudo. "La diferencia es notable -explica Matías- y genera muy poco sufrimiento al pez".
De forma privada, apuntan los hermanos marplatenses, es la primera vez que se cierra el ciclo de cultivo de pez limón en el país, desde la captura de los reproductores, la aclimatación al cautiverio, reproducción y desove, el cultivo de larvas y, luego, el engorde que llevan hasta los tres kilos. Todavía no se arrancó la comercialización pero desde aquí, no muy lejos del mar y sin matar a ninguno en sus aguas, en breve el pez limón comenzará a viajar hacia las mesas de trabajo de las más destacadas cocinas del país.
Fuente: Guillermo Villareal - Clarin.com