1897 - 2025

128º Aniversario - Trayectoria y excelencia al servicio de la profesión.

El doctor Felipe Maglietti creó una terapia oncológica basada en la electroporación; habla de ciencia, artes marciales y avances.

Tengo café común o uno de Colombia que me regalaron”, dice Felipe Maglietti, mientras invita a pasar a su consultorio en la calle Mansilla. Es un departamento amplio, con un decorado sobrio y en la sala de espera no hay televisión, solo unas revistas de interés general. Maglietti es un médico joven (39 años). El campo académico ha destacado sus investigaciones para tratamientos oncológicos y su último galardón lo obtuvo en 2022, en el Congreso Mundial de Electroporación que se desarrolló en Dinamarca. En ese encuentro recibió un premio a la medicina aplicada por los aportes que realizó para fomentar una terapia innovadora basada en la electroporación, destinada a tratar el cáncer.

“Es una tecnología que, a partir de la aplicación de un campo eléctrico, puede abrir poros en las membranas celulares. Es lo que se llama una plataforma tecnológica y se utiliza con diversos fines: industria alimentaria, procesamiento de alimentos, biología y en medicina. Dentro de la medicina, entre todas sus variables, se usa para el tratamiento de tumores. Lo que se logra es que esos poros de la membrana celular permitan la entrada de la quimioterapia sin tantos efectos adversos. Este tratamiento se utiliza de forma rutinaria en Europa desde 2006 y en nuestro país desde 2020″, explica a LA NACION.

Y agrega: “Es una terapéutica que constituye un escalón más de tratamiento, cuando las terapias convencionales no funcionaron. Si el paciente tiene un cáncer, comienza con una primera línea de tratamientos. Puede ser cirugía, quimioterapia, radioterapia, la opción que sea. Si no tiene buena respuesta con eso, o la propuesta de tratamiento le resulta inaceptable, la opción es hacer electroquimioterapia. Por ejemplo, en algunas terapéuticas el paciente tiene un tumor en la oreja y hay que cortarla, pero el paciente rechaza esta opción por más que se cure, la electroquimioterapia es una opción con muy buenos resultados”.

Maglietti es doctor en medicina Summa Cum Laude de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet en la Fundación Barceló. En 2009, justo antes de terminar su carrera universitaria, empezó a investigar sobre esta terapia con electroporación, junto con un equipo interdisciplinario integrado por veterinarios, ingenieros, biólogos, matemáticos, químicos y presencias internacionales, como el catalán Luis Mir, que descubrió esta técnica de tratamiento.

“Trabajamos varios años hasta que logramos introducirlo en la medicina veterinaria junto con Matías Tellado, el veterinario del grupo de investigación. Ahí tratamos perros y gatos con tumores espontáneos y empezamos a notar excelentes resultados. Luego de varios años de publicaciones en oncología veterinaria surgió la posibilidad de que la empresa nacional Biotex desarrollara el primer electroporador de grado médico de toda la región de América Latina y con la aprobación de la Anmat. Así empezamos a tratar pacientes humanos en 2020″, especifica.

¿En qué centros se reciben los tratamientos? Está disponible en el Hospital Ramos Mejía –”tiene su propio electroporador, que se compró por un proyecto del Ministerio de Ciencia”–, en el hospital Petrona Cordero de San Fernando, el Instituto Ángel H. Roffo, y dentro de los privados, se está desarrollando en el Sanatorio Otamendi y la Clínica Adventista de Belgrano. “Antes, cuando un paciente nos escribía por este tratamiento, teníamos que decirle que debía viajar a España, Francia o Portugal, pero hoy en día tengo la satisfacción de poder decir que pueden ir al hospital Ramos Mejía o al Cordero. Sin nada que envidiarle a ningún centro europeo”, dice.

Su expectativa es que en poco tiempo pueda desarrollarse a nivel nacional. “Estamos en contacto con médicos de Santa Fe, Misiones, Río Negro, que tienen interés en adoptar esta tecnología. La capacitación está; los equipos, también. Es cuestión de que vaya recibiendo la difusión que se merece”, dice y argumenta sobre algunos de sus beneficios.

“La electroquimioterapia, más allá de lo novedoso, permite ahorrar recursos. Es ambulatorio y en una sola sesión muchas veces se resuelve o disminuye ese tumor. Mi proyección es que esté en todas las provincias”. Y sostiene que “con este tratamiento, uno suele tener una tasa de respuesta del 80%. Eso quiere decir que los tumores desaparecen o se reducen, como mínimo, un 50% del tamaño inicial”.

Maglietti practicó varias artes marciales. Principalmente, karate y pakua. “Esta última la hago hace 27 años. Siempre me gustaron las artes marciales, no solo por la disciplina, sino por la parte filosófica. Cultivan el autocontrol, el respeto”, dice. Le interesa, también, por la posibilidad de enfrentar situaciones “con otra seguridad. Cuando una persona sabe defenderse, inmediatamente tiene una actitud más segura de sí misma. Por otro lado, tener el conocimiento de una disciplina que te da cierta fortaleza y capacidad de agredir hace que se desarrolle tu capacidad de controlarlo y ser responsable con eso que sabés”.

El doctor comenzó a dar clases de artes marciales en el año 2000. Los primeros alumnos eran todos amigos suyos. “Desde ahí no paré nunca más. La constancia hace que la mayoría de las cosas sucedan. Uno puede tener muchos talentos y destrezas, pero si no tiene constancia es difícil acceder. En la ciencia es igual. La constancia de estar trabajando, pensando y desarrollando es lo que te lleva a realizar nuevas cosas, a crecer y avanzar. Si uno ante la primera dificultad se amilana y cambia, pierde posibilidades. Por supuesto que, si uno se da cuenta de que el camino no es el correcto, tiene que cambiar; pero si está convencido, la constancia es el arma más fuerte que puede esgrimir”.

Maglietti coordina un grupo de investigación en la Fundación Barceló, donde se sigue desarrollando esta forma de tratamiento con el objetivo de que se pueda aplicar en varias ramas de la medicina. “Próximamente en cardiología”, adelanta. Además, capacita a médicos que quieran indicarlo o directamente hacerlo. “Lo novedoso es que ahora hicimos la primera edición del curso de capacitación para poder hacer e indicar la electroquimioterapia como tratamiento. Una vez que el médico está en conocimiento de esta herramienta, se trata de que la institución decida incorporar el equipamiento y listo”, explica.

Ha recibido varias propuestas de otros países para viaje a investigar y desarrollarse científicamente, pero siempre las rechazó convencido de que acá también iba a poder hacerlo. “Es una gran satisfacción investigar en mi país y devolver todo lo que invirtió en mí en materia de formación y de recursos. Qué mejor forma de retribución que quedarme acá y desarrollar una tecnología que está solo en Europa, y que, gracias al trabajo de todo el grupo de investigación, ahora somos el primer y único país de la región que cuenta con este tratamiento”, dice.

Y tras algunos segundos de silencio, agrega: “Investigar en la Argentina es algo perfectamente posible. El Conicet es un organismo de ciencia muy prestigioso a nivel latinoamericano y mundial. Si no me equivoco, está primero en América latina y número 80 en el mundo. Es una jerarquía muy importante a nivel publicaciones”.

–¿Se nota mucha diferencia entre los médicos de “antes” y los de “ahora”?

–Las realidades de los médicos en la Argentina son muy diversas. Por un lado, está el médico de un hospital público, día a día peleándola con la escasez de recursos y, por otro, el médico que trabaja con los máximos recursos que pueda disponer. Más allá de eso, mi percepción sobre esta profesión es la de contar con el conocimiento suficiente para poder ofrecer al paciente lo que mejor se adecúe a sus necesidades. Por supuesto, sin perder de vista que hay tratamientos de primera línea, pero el paciente es un individuo. Tiene expectativas, miedos y, muchas veces, una opción de tratamiento puede ser muy buena, pero no es la mejor para ese paciente. Cuando uno maneja o domina la especialidad que le toca, puede establecer un abanico de posibilidades, perspectivas y contención. Muchas veces las enfermedades tienen cura y otras no, pero el hecho de estar en contacto con esa persona que está preocupada, buscando una solución, genera alivio. El afecto y la contención que el médico tiene que brindar día a día es muy importante. Más que una palmada en la espalda es una contención calificada, es una palabra de aliento, pero con un fundamento y un respaldo científico atrás.

– Entonces, ¿se fue perdiendo la calidez humana entre el médico y el paciente?

–Nuestro país, lamentablemente, se caracteriza por retribuir económicamente mal a los médicos. No de todas las especialidades, por supuesto. Muchos saben administrarse económicamente y ganar dinero. No estamos hablando de lucrar, estamos hablando de ganar un sueldo digno y de atender a un paciente con el tiempo que corresponde. Creo que ningún médico está feliz de atender un paciente en cinco o diez minutos y despacharlo. A veces es una necesidad que viene dada por una altísima demanda. En un hospital público, donde hay cientos de pacientes, la atención exige que sea más rápida, cuando lo ideal sería tener el doble o el triple de médicos con sueldos adecuados, entonces ahí cada médico podría dedicar más tiempo en la atención.

Maglietti pregunta si el café está muy caliente. Ofrece galletitas. Antes de responder cada pregunta, se detiene unos segundos y piensa. Habla con orgullo de la vocación que eligió, aunque confiesa que al principio estuvo en duda con la carrera de ingeniería electrónica. Hasta decidirse del todo, hizo las dos carreras en paralelo, pero en tercer año de ingeniería plantó bandera y se quedó en medicina.

Pero no solo le confiere tiempo a la investigación y a su profesión de médico, también es maestro de pakua, el arte marcial de origen chino que propicia el fortalecimiento de los valores, la disciplina mental, la autoconfianza y el respeto por los demás. “Cuando tenés que esquivar una patada o una piña, te olvidás de todos lo problemas por un rato”, bromea. En su clase hay varios alumnos y ahí también aconseja sobre aspectos saludables que fomenten la armonía con la salud y la mente. Al hablar, las miradas van hacia él.

Antes de despedirse para no llegar tarde a la clase de pakua, recuerda una conversación familiar con la que termina de explicar la elección de su vocación. “Cuando hablaba con mi mamá le decía que quería ayudar a la gente y me pareció que la mejor manera era desde la salud”.

El aprendizaje en la Fundación Barceló
La relación de Maglietti con la Fundación Barceló tiene un arraigo particular. Conoció a Adrián Barceló, hermano de Héctor Alejandro Barceló –director de este proyecto que suma más de 50 años– por intermedio de su madre, gracias a una amistad que nació cuando cursaba el ingreso a la Facultad de Medicina. “Él (se refiere a Adrián Barceló) fue su profesor en ese curso y ahí se hicieron amigos”, cuenta.

Cuando la madre de Maglietti vio que su hijo se encaminaba a estudiar medicina, le presentó a Adrián Barceló y, al conocerlo, no dudó sobre la profesión que había elegido.

Se encontró en un lugar con una profunda vocación de formación médica, con sólidas bases científicas y raíces humanas. “Él me apadrinó la carrera –explica Maglietti sobre Barceló– y me orientó desde antes de que estudiara medicina. Después surgió la posibilidad de empezar como investigador en su facultad y ahí empecé a trabajar”, recuerda.

En sintonía con la explicación de su arraigo con este lugar, aprovecha para dejar una aclaración que profundiza el compromiso que maneja la institución por el desarrollo científico, la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades: “Siempre me facilitaron todo. Desde ahí, el desarrollo de la técnica tuvo un impulso muy grande”.

Fuente: Gustavo Grazioli - Lanacion.com.ar

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Curiosidades

Los 10 principales avances médicos de la Edad Media

Todavía la percepción que el ciudadano medio tiene sobre la Edad Media es la de que fueron tiempos oscuros, con multitud de calamidades, poblaciones analfabetas y un retroceso sustancial en cuanto a los avances médicos que la Antigüedad había aportado. Todo ello no son más que apriorismos que colocan en un puesto de inferioridad a los tiempos medievales respecto a otros momentos de la Historia. Sin embargo, un análisis detallado nos revela que en el Medievo surgieron muchos de los logros de la Medicina que todavía hoy están vigentes. Aquí están los 10 principales avances médicos de la Edad Media.

1. Hospitales
En el siglo IV de nuestra era el concepto de hospital, es decir, un lugar donde los pacientes podrían ser tratados por los médicos con equipamiento especializado, estaba en su embrión en algunos lugares del Imperio Romano.

Más tarde, en Occidente, los monasterios fueron los centros donde surgieron los primeros hospitales para dar servicio a los viajeros, transeúntes y pobres. Mientras, en Oriente, en el mundo árabe, los hospitales surgieron en el siglo VIII.

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Nuevos lineamientos estratégicos con respecto a los animales genéticamente modificados de uso agropecuario

Animales Genéticamente Modificados de uso Agropecuario: La nueva estrategia del Estado Nacional

Mgtr. Vet. Bertoni, Lucas (a); Lic. Boari, Paulina (b); Lic. Mühl, Marina (c)

e-mail: (a) lberton@magyp.gob.ar; (b) pboari@magyp.gob.ar; (c) marimuhl@magyp.gob.ar.  

(a) (b) (c) Área OGM - animal - Coordinación de Innovación y Biotecnología - Dirección Nacional de Bioeconomía - Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional - Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

El presente artículo tiene el propósito de divulgar la construcción de la nueva visión estratégica implementada desde el área de Organismos Genéticamente Modificados Animales (OGM-Animal) de interés agropecuario. Esta área forma parte de la Coordinación de Innovación y Biotecnología (CIyB), dependiente de la Dirección Nacional de Bioeconomía, de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP). Es a partir del cambio de gestión de gobierno, que se implementan nuevos lineamientos estratégicos, los cuales buscan la consolidación del trabajo conjunto con instituciones y organizaciones que pudieran realizar aportes en la temática de OGM - Animal. De esta forma, lo que se pretende es redireccionar las acciones hacia una propuesta que incluya la utilización de animales GM de uso agropecuario en salud humana con la participación y articulación de otros organismos e instituciones. Por último, se destaca el enfoque de las nuevas estrategias en el fortalecimiento del vínculo y la comunicación con la sociedad en su conjunto, con el fin de difundir acerca de la biotecnología animal de interés agropecuario y su bioseguridad en el ámbito nacional.

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Hito de la ciencia argentina: por primera vez en el mundo nacieron caballos editados genéticamente

Científicos de la biotecnológica Kheiron editaron los genes de una yegua de polo multipremiada y lograron el nacimiento de 5 ejemplares, en un avance pionero que posiciona al país como líder en genética equina.

Científicos argentinos han marcado un hito en la biotecnología global al lograr el nacimiento de los primeros cinco caballos genéticamente editados del mundo. Este avance, impulsado por un equipo de investigadores y respaldado por inversores locales, posiciona a Argentina como líder en el desarrollo de tecnologías innovadoras aplicadas al mejoramiento equino. El logro, alcanzado mediante la técnica CRISPR-Cas9, redefine los límites de la ciencia en este campo y abre nuevas posibilidades para la genética aplicada en la industria ecuestre y otras áreas.
 
La biotech Kheiron S.A., una empresa formada íntegramente por científicos, empresarios e inversores argentinos, ya había tenido logros de escala mundial en su especialidad que es la de clonar equinos de alta performance. Estos éxitos, que incluyen la utilización de células madre para la clonación y la generación de los primeros embriones genéticamente editados del mundo, ya habían sido publicados en la revista Scientific Reports, de la prestigiosa editorial Nature.
 
Esta vez, la biotech argentina logró el primer nacimiento de cinco caballos editados genéticamente. Como se mencionó, para lograrlo utilizaron la técnica CRISPR-Cas9, para lo cual se tomó una pequeña parte de un gen de una yegua que fue introducido en otra.
 

En diálogo con Infobae, el biotecnólogo de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y doctorado en Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Gabriel Vichera, cofundador y director científico de Kheiron, explicó que la utilización de técnicas de edición génica en el progreso genético de los caballos tiene implicancias significativas a futuro, tanto en el ámbito del rendimiento deportivo como en la salud equina.

El principal desafío técnico al aplicar la técnica CRISPR-Cas9 para editar genéticamente los embriones equinos y que los ejemplares no sean considerados Organismos Genéticamente Modificados (OGM), explicó, “fue diseñar herramientas moleculares de alta precisión para lograr que la edición génica realizada no genere una nueva combinación de material genético, sino que replique lo que sucede en la naturaleza. Esto implicó garantizar que la inserción del ADN ocurriera exactamente en el sitio y la forma correctos, en una única copia, y sin provocar cambios no deseados en otras regiones del genoma del animal”.

Cuando Infobae lo consultó acerca de las implicancias a futuro, tanto en términos de rendimiento deportivo como en el tratamiento de enfermedades hereditarias, el doctor Vichera destacó que “la edición génica podría permitir la selección de características específicas asociadas al desempeño físico, como en este caso darle sprint o explosividad a una yegua fondista”.

Por otro lado, agregó, “las técnicas de edición génica ofrecen una solución innovadora para corregir mutaciones responsables de enfermedades genéticas hereditarias comunes en caballos. Al eliminar o reparar defectos genéticos antes del nacimiento, se podría mejorar significativamente la salud y calidad de vida de los animales, reduciendo también los costos veterinarios y las pérdidas económicas asociadas a estas patologías”, subrayó.

Para este trabajo científico excepcional, los criadores Doña Sofia Polo y Alberto Pedro Heguy eligieron editar la famosa yegua multipremiada Polo Pureza, declarada mejor yegua del Abierto Argentino de Palermo, que forma parte del “Salón de la Fama” de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (AACCP).

Fue el propio Heguy, célebre polista, veterinario y fundador de la AACCP, 17 veces campeón de campeonato argentino abierto de polo, y Doña Sofía quienes encomendaron a Kheiron Biotech llevar adelante lo que tuvo como resultado este logro tan significativo.

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Fuente: Daniela Blanco - Infobae.com